Las sopas tienen mayor consistencia y un ingrediente clave: la fibra que, además de ayudar a eliminar la grasa del cuerpo, da saciedad, según explica Karla Gutiérrez Ramírez, nutricionista de la Clínica Javier Prado.
Esta tendencia aparentemente nació el año pasado en Los Ángeles, y ya se ha extendido por Estados Unidos y Europa. De hecho, hay locales que ofrecen paquetes de ‘soup cleanses’ (cura de sopas) de entre uno y cinco días, por un precio promedio de 70 dólares por un paquete con cinco sopas para un día.
«Si bien estas sopas pueden ser parte de una dieta hipocalórica, tenemos que estar asesorados para ver en qué momento del día se consume y qué cantidades», añade Gutiérrez. «Cada persona tiene distintas necesidades según su tasa metabólica basal».
(Foto: Shutterstock) La mayoría de estos paquetes diarios tiene un promedio de 1200 calorías, con las cuales se garantiza una sustancial pérdida de peso, piel más brillante, mayor energía y vitalidad. La página web de «Soupure», un negocio de ‘souping’ estadounidense, menciona además disminución de problemas gastrointestinales, mayor defensa del sistema inmunológico, y limpieza del estómago y colon.
Los defensores del ‘juicing’ opinan que al cocinarse, las verduras y frutas pierden una buena parte de sus vitaminas y minerales; los especialistas los avalan ya que las vitaminas hidrosolubles, como la C y el complejo de vitamina B, son sensibles al calor. Sin embargo, ahora que la temperatura en Lima comienza a bajar, el ‘souping’ se presenta como una alternativa para desintoxicarse mientras se consume un alimento saludable, nutritivo y, sobre todo, reconfortante.
«Al final, todo pasa por un tema de gustos y costumbres alimentarias, –explica Gutiérrez–. Lo más factible, tal vez, es que se haga un licuado, las sopas requieren mayor preparación, pero dependerá del gusto de cada uno».
Para garantizar que las sopas que consumimos aporten la mayor cantidad de nutrientes, el licenciado Christian Casella Roncales, supervisor de nutrición de la Clínica San Felipe, recomienda añadir vegetales de distintos colores, alguna fuente de proteína (como claras de huevo, pollo, pescado o carne) y, para que resulte más contundente, una fuente de grasa (como aceite de oliva, frutos secos, ajonjolí, etcétera).
Adicionalmente, sugiere que una manera de prevenir que las verduras pierdan sus propiedades nutricionales es evitando recocinarlas. A pesar de tener en cuenta estas consideraciones, las sopas continúan siendo alimentos bajos en calorías, por lo cual, los especialistas consultados recomiendan seguir estos regímenes por un máximo de tres días y nunca como una dieta permanente.
«Antes de seguir una tendencia que promete rápidos resultados para bajar de peso o limpiar el organismo, como el ‘souping’, uno debe informarse adecuadamente para conocer sus ventajas y sus desventajas», explica la nutricionista Jackelyn Friedman.
«Al ser regímenes muy restrictivos, que tienen poca variedad de nutrientes y escaso aporte de energía, podrían producir fatiga, niveles bajos de glucosa en la sangre, dolores musculares, mareos y náuseas»
Caldos Sabrosos
De la mano de esta tendencia, abrió con éxito en Nueva York, Brodo, un restaurante que sirve solo caldos. De carne orgánica, de pollo o de una combinación de ambos, el lugar sirve los consomés en tazas de café por un precio promedio de US$5. Su lema es “Reconsidera tu bebida caliente”, y su slogan: “El caldo. La primera comida reconfortante del mundo”. La compañía, que atiende por medio de una ventana en pleno East Village, ha abierto el mercado a un nuevo producto en la industria de comida saludable.