La clásica historia de amor donde un chico se acerca a una chica
en el parque, le da un lengüetazo, mueven la cola y… esperen ¿qué?
La historia a continuación no tienen nada de común, pero la verdad es que no deja de ser mágica y muy romántica. Parte al más puro estilo del clásico de Disney, 101 Dálmatas, con dos perros que se gustan, pero que por suerte, no tienen 99 cachorros, ladrones de pieles, ni villanas terroríficas como Cruella de Vil.
Sino que unos dueños que se terminan por enamorar y una genial boda.
Todo sucedió una tarde, cuando Lucy una perra pitbull y su dueña Jenny, volvían a casa tras la típica caminata después del trabajo. Ya estaba oscuro cuando se cruzaron con dos chicos interesantes. Blu, el pitbull de Anthony, de inmediato se acercó a Lucy, se pusieron a jugar y a los humanos no les quedó otra opción que entablar una conversación que sin contemplarlo, se alargó por más de una hora. Como podrán imaginar, eran el uno para el otro, tenían hobbies similares y lo más insólito, vivían a 2 cuadras de distancia, llevaban a pasear a sus compañeros peludos todos los días al mismo sitio, y nunca se había topado.
De pronto el encontrarse por coincidencia, se convirtió en un paseo regular de los domingos por la mañana en el Central Park, luego en caminatas por el vecindario, invitaciones a cenar, pasar los fines de semana juntos y finalmente, en que Anthony y Blu se mudaron con las chicas y se pusieran a buscar una casa con jardín para comodidad de todos.
Eventualmente encontraron el hogar perfecto en las afueras de la
ciudad, pero Anthony sentía que aún le faltaba dar un paso más y para
eso debía volver al lugar donde se habían conocido. Y así, en ese lindo
rincón del Central Park donde sus perros se habían puesto a jugar alguna
vez, Anthony le propuso matrimonio a Jenny, todo esto obviamente con la ayuda de Blu y Lucy, por lo que no podían dejar de estar presentes en la posterior boda. Y cuando me refiero a estar presentes, lo digo enserio.
Ve la galería de fotos a continuación, publicada originalmente por Bark Post para que entiendas a qué me refiero con que los perros fueron realmente importantes en esta relación:
Desde el pastel…
… hasta los trajes
La historia a continuación no tienen nada de común, pero la verdad es que no deja de ser mágica y muy romántica. Parte al más puro estilo del clásico de Disney, 101 Dálmatas, con dos perros que se gustan, pero que por suerte, no tienen 99 cachorros, ladrones de pieles, ni villanas terroríficas como Cruella de Vil.
Sino que unos dueños que se terminan por enamorar y una genial boda.
Todo sucedió una tarde, cuando Lucy una perra pitbull y su dueña Jenny, volvían a casa tras la típica caminata después del trabajo. Ya estaba oscuro cuando se cruzaron con dos chicos interesantes. Blu, el pitbull de Anthony, de inmediato se acercó a Lucy, se pusieron a jugar y a los humanos no les quedó otra opción que entablar una conversación que sin contemplarlo, se alargó por más de una hora. Como podrán imaginar, eran el uno para el otro, tenían hobbies similares y lo más insólito, vivían a 2 cuadras de distancia, llevaban a pasear a sus compañeros peludos todos los días al mismo sitio, y nunca se había topado.
De pronto el encontrarse por coincidencia, se convirtió en un paseo regular de los domingos por la mañana en el Central Park, luego en caminatas por el vecindario, invitaciones a cenar, pasar los fines de semana juntos y finalmente, en que Anthony y Blu se mudaron con las chicas y se pusieran a buscar una casa con jardín para comodidad de todos.
Ve la galería de fotos a continuación, publicada originalmente por Bark Post para que entiendas a qué me refiero con que los perros fueron realmente importantes en esta relación:
Desde el pastel…
… hasta los trajes